EL DR. CANEPA
Fueron tres detonaciones, breves y fatales. Se le metieron en el cuerpo casi sin dar tiempo a nada, solo fue posible recordar. Todo fue automatico, se le presentaron las imagenes que desde 1925 lo acompaniaban en su memoria, esa que le permitia conocer perfectamente a cada uno de sus pacientes, de los que no solo era medico, sino que tambien consejero. El Dr. Dionisio Canepa habia sido uno de los primeros medicos de toda la extension de tierras que hoy se conocen como Tres de Febrero, y sin dudas el pionero en Santos Lugares, pueblo/barrio al que llego en 1925, tras desarrollar la internacion en el Hospital Durand que a lo largo de dos anios le brindo la experiencia necesaria como para desempeniar su profesion del modo tan destacado que lo hizo. Con un amigo de la familia paterna, el Dr. Rivera, alquilo una pequenia habitacion con banio en la Avenida La Plata y comenzo a recibir a los vecinos del lugar.
Los dias de atencion eran intercalados, con su amigo odontologo hasta que la situacion fue insostenible por el crecimiento de pacientes que lo incentivo a cruzar de vereda para afianzarse frente al actual Centro Cultural Leopoldo Marechal. La construccion de la casa y el consultorio la comenzo en 1928 y la concluyo en 1930, la misma fue diseniada por el mismo arquitecto frances que creo la Basilica de Lujan. Pero hay una anecdota destacable, que pinta de lleno a la gente de Santos Lugares de los inicios del siglo XX. Cuando el Dr. Canepa no poseia vivienda propia, alquilaba una habitacion a la familia Contreras que tiene un gesto inolvidable: Òpara que el doctor se pueda casar en 1926 le dejan la casa familiar a el y todo el nucleo de los Contreras se va a alquilar a otro lado, hasta que el galeno termino de construir su residenciaÓ.
La sala de espera esta intacta. Desde 1965 no llegan mas pacientes, pero todo permanece impecable, tal como sucediera durante los 35 anios que atendio el consultorio. Juan Dionisio, quien amablemente nos atiende y ofrece material historico invalorable, es su hijo y evoca a la figura paterna con sentida emocion, destaca la figura de su madre Maria Carmen, quien siempre se sacrifico tras la profesion de su marido. No era facil ser esposa, o descendiente, del medico del pueblo; aquel que recorria en su americana las calles de tierra visitando pacientes, curandolos, aconsejandolos, recibiendolos en su domicilio a cualquier hora del dia o de la noche. Era comun que a las dos de la maniana algun maquinista o fogonero que iba a tomar turno le avisara al doctor que alguien de su familia necesitaba de sus servicios Medico de ferroviarios, solidario, comprometido con lo comunitario, siempre creyo firmemente en la humanidad del ser humano ante todo.
Por ello a principios de la decada del 40 pone en practica junto dos colegas un sistema de guardias medicas que seria revolucionario, un servicio que nunca deje a sus vecinos sin la atencion de un medico. Los profesionales que lo acompaniaron fueron los Dres. Cerdeiro y Carbone, juntos fundaron la Corporacion Medica de General San Martin. Con el correr de los anios se acentuo su participacion en las entidades intermedias de la region, llegando a presidir la Cruz Roja filial Santos Lugares, y mas tarde fundando la Escuela de Enfermeria de esta entidad, donde hacia las veces de profesor. Canepa fue medico de las instituciones religiosas de la zona, de la companiia de electricidad, de los ferroviarios, YPF, Marina, Sociedades Mutuales, de Fomento, y sigue la lista.
Su alto nivel de participacion lo llevo a presidir la Federacion Medica de la Provincia de Buenos Aires, la Asociacion de Medicos de General San Martin, el Rotary Club de San Martin; ademas se desempenio como docente, otra de sus pasiones, en el colegio Tomas Guido de San Martin, transmitiendo a los jovenes mucho mas que sus conocimientos enciclopedicos, legandoles su ejemplo de vida. Una vida que comenzo cuando terminaba el siglo XIX, el 11 de enero de 1899, en la provincia de Buenos Aires, en Chivilcoy donde su padre tenia un Molino Harinero.
Una vida que estuvo marcada por una necesidad de crecimiento que lo impulso a trasladarse a Buenos Aires donde estudio el bachillerato en el Colegio del Salvador, y la carrera de medicina en la UBA. Recuerdos que se le deben haber aparecido como flashes esa tarde ultima, en la que un delincuente quiso robarle su automovil y se llevo su vida, frente a su suenio hecho realidad: la Cruz Roja, la Escuela de Enfermeria, donde debia dictar una clase. Era el atardecer de un dia de 1965, el momento preciso en que el doctor que por cuatro decadas habia velado por la salud de su pueblo entraba en la inmortalidad, porque queda su recuerdo en sus seres queridos, en su gente, en ese consultorio, con la sala de espera intacta, aguardando impaciente que el ruido de un carro chapoteando en el barro pase a buscarlo para auxiliar a un vecino de su Santos Lugares, patria chica por adopcion. En Tres de Febrero, en su barrio (Santos Lugares) se homenajea la memoria de este ilustre vecino con una calle que lleva su nombre.