Pioneros

Alberto
Sanchis

Caseros 2001

Sin dudas Caseros ha tenido comercios tradicionales en todos los rubros. Eso se debe al espiritu pionero de los primero pobladores del lugar, que encontraron en estos lotes de quintas de frutas y verduras un lugar para vivir, para hechar raices. Una de las familias protagonistas de esta historia entrego su apellido al barrio para ser sinonimo de calidad.
Eligieron instalar una granja sobre la avenida Urquiza, bailando probablemente con la mas dificil porque iban a darle al pueblo lo que no habia huevos, pollos, corderos, lechones... Los Sanchis basaron su exito en anos de sacrificio, en decadas de viajes al interior bonaerense, transitando la entonces practicamente inaccesible ruta 5 seleccionando los mejores proveedores.

Lo cierto en que Caseros durante seis decadas tuvo a su alcance cada manana productos de granja frescos. Haga memoria, recuerde esas yemas anaranjadas de esos huevos de color dos veces mas grandes que los que se adquieren hoy en dia y confiese si ha visto nuevamente en la zona productos como aquellos. No hay caserino que no haya crecido a fuerza de los huevos de Sanchis, que no haya hecho una cola interminable para las fiestas, que no haya celebrado un cumpleanos o casamiento con sus pollos y lechones.
Tiempos idos. Una cuadra y media de cola para poder reservar la materia prima de una cena de Navidad o fin de Ano, frente a la puerta de lo que alguna vez fuera el correo segun contaban los viejos pobladores de la epoca. Cuantas madres tomaban su bolsa el sabado por la manana y pacientes se sumergian en el mundo de gente que optaba por esos productos frescos que no tenian el mismo sabor que los demas. No existia el freezer, no habia aparecido el microondas y lo que comiamos hoy, ayer caminaba feliz por Mercedes o Chivilcoy.
Vieja es la leyenda del picaro que compraba los huevos sucios, que Sanchis todavia no habia lavado para ofrecerlos como traidos por el desde el interior. El hombre con su canasta captaba preferencias, sobre todo en la periferia y pese a que los duenos del comercio lo sabian no se enojaban ni mucho menos, eran tiempos en los que se vivia y dejaba vivir. Hoy el tiempo ha pasado. Los descendientes de los ya fallecidos fundadores han decidido no vender el apellido Sanchis que conlleva toda una marca.
Fallecidos los hermanos, sus familias han cambiado de rubros comerciales y de nombres, reservando en su intimidad anos y anos de esfuerzos y sacrificios. Hoy donde antes habia un deposito de Sanchis, en la calle Sarmiento a metros de Urquiza, Hilda Cuello Viuda de Alberto Sanchis levanta una casa de antiguedades que reune condiciones iguales a las del otro viejo emprendimiento.
La calidad, la atencion personalizada, el conocimiento del rubro, el esfuerzo y el sacrificio siguen estando presentes, es que todo ello no desaparece con el tiempo, se trata de una marca de familia.

 

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